Seguimos presentando los modelos de participación voluntaria en Proclade Bética. Ya hemos hablado del voluntariado en las delegaciones locales, por lo que ahora hablamos del voluntariado y las experiencias misioneras de corta duración.
El voluntariado de las experiencias misioneras y campos de voluntariado se desarrolla en coordinación con proyectos de cooperación internacional y/o de acción social que apoya Proclade Bética y que suelen estar vinculados a la familia claretiana.
El objetivo de estas experiencias no se centra tanto en el trabajo o tareas concretas que el voluntariado pueda desarrollar en el lugar de destino, como en una vivencia profunda de contemplación de la realidad.
Se pretende generar cambios en los valores, prioridades, estilos de vida y actitudes personales, de manera que se promueve que las personas participantes se conviertan en agentes de sensibilización y constructores de ciudadanía global.
Son, por tanto, experiencias de inmersión en realidades de pobreza y exclusión, lo que exige una preparación y un acompañamiento específico y riguroso.
Para realizar estas experiencias sólo se requiere ser mayor de edad, cierta madurez y experiencia en la búsqueda espiritual, identificarse con los valores de Proclade Bética y tener una actitud y capacidad para la convivencia, el trabajo en grupo y la apertura a la diversidad. Las personas interesadas recorren un itinerario acompañado de formación que incluye una fase previa, la fase de la experiencia y la fase de recogida posterior.
Este año se ha ofrecido la experiencia en San Isidro de Níjar (Almería) y en Tánger