MISIONERAS CLARETIANAS EN HUMAHUACA (ARGENTINA). CASA DE LA CARIDAD. COMEDOR KANCHAY
Por la Hermana Antonia Pizarro
Buenos días a toda la familia de Proclade Bética.
En primer lugar, ¡¡¡FELICES PASCUAS!!!!
Les comento cómo estamos viviendo el confinamiento. La primera consecuencia es que tuvimos que dejar de hacer los almuerzos debido que la cuarentena, no nos lo permitían en estas circunstancias.
Por tal razón hablamos con los abuelos y las personas que vienen al comedor para entregarles mercadería para que ellos puedan tener como alimentarse. Hace unos días que hemos comenzado nuevamente la actividad en el comedor, entregando a las personas en ‘tuppers tipo livery’, es decir, el almuerzo cada día de lunes a sábado. Todo lo estamos realizando conforme a las directivas del gobierno, cuidando la salud. Todos utilizamos el barbijo, la higiene en el lavado de manos, utensilios de cocina. También hemos iniciado nuestra atención en la farmacia y ropero.
Gracias a las precauciones que el gobierno ha tomado, en la zona no tenemos ningún caso de Coronavirus por el momento. Sí en otras provincias. Aquí han sido muy rápidos en actuar. Las medidas imponen que a partir de las dos de la tarde nadie puede salir a la calle. Todos salimos con barbijos y solo una persona por familia puede salir hacer las compras.
En el Banco muchos que vienen del campo, la municipalidad ha colocado sillas que les permite sentarse mientras esperan y el grupo de la Pastoral de Jóvenes de la Parroquia les prepara un té o mate caliente con pan. El albergue de la Casa de Caridad tampoco lo podemos abrir ya que son habitaciones compartidas.
Este tiempo, muy fuerte, nos ha permitido conocer distintas realidades de la gente y hemos brindando nuestra ayuda material con alimentos y ayuda espiritual a través de los medios de comunicación, acercando la Palabra de Dios todos los días. Los maestros buscan todos los medios para que sus alumnos no queden sin hacer tareas. Es admirable. Este pueblo en su simplicidad, siempre es alegre y lo expresa con músicas, pero ahora hay un gran silencio, como eco de lo que cada uno siente interiormente y se busca respetar al otro.
Los negocios que viven del turismo por sus artesanías están cerrados, restaurantes, hostales y hoteles, en todos ellos hay una grave situación económica. Salir a hacer las compras y todos sin excepción con su barbijo y haciendo cola a una distancia de 2 metros cada uno. Te impresiona y duele más en un pueblo donde todos nos conocemos. Esto no quita que nos saludemos y nos preguntemos cómo estamos. En medio de todo esto hay muchas experiencias de fraternidad, de ayuda.
Nuestro deseo es que pronto esto pase y juntos podamos continuar con esta misión. En nuestra comunidad somos 3 hermanas: Cathy de África, Beatriz de Colombia y Antonia de Argentina. Por la gracia de Dios un padre Claretiano nos celebra la misa cada día y allí colocamos todas las intenciones y rezamos no sólo por nuestro país sino por todo el mundo.
Cada día tenemos una noticia nueva, quiénes murieron, quiénes sanaron o están recuperándose.
GRACIAS NUEVAMENTE POR SU PREOCUPACION, estamos unidas a ustedes en la oración junto a Jesús y María.