MISIONEROS CLARETIANOS EN HUMAHUACA (ARGENTINA). PASTORAL MIGRATORIA. PARROQUIA DE LA QUIACA
Por Por Padre Anibal Zilli cmf y Equipo Pastoral Migratoria
Muy buenas a las familias de Proclade Bética.
Primero que nada, rogamos a Dios que todos ustedes se encuentren bien.
Queremos compartirles la realidad que estamos pasando en nuestra ciudad, La Quiaca, en la frontera de Argentina con Bolivia. De acuerdo a las medidas establecidas por nuestro presidente y Gobernador de la Provincia de Jujuy, desde el día 14 de marzo estamos en cuarentena obligatoria para prevenir el contagio masivo del coronavirus que está afectando al mundo entero. El 18 de marzo se decidió cerrar las fronteras, incluida la de Argentina y Bolivia en nuestra ciudad. Sólo transitan vehículos de transporte de mercadería hacia el lado boliviano, reduciendo la cantidad de 25 por día que solían pasar, a 5 camiones por día. La provincia de Jujuy tubo 5 casos positivos, alguno a 16 kilómetros de La Quiaca, por lo que se tomaron medidas extremas de prevención de todos los ámbitos, tanto locales y provinciales, como el uso obligatorio de barbijos y restricciones en las salidas a comprar alimentos que serán por orden de finalización de número de DNI. Lo positivo es que se ha frenado el contagio, pero lo doloroso es que, al no poder salir de casa, los más afectado son nuestros hermanos migrantes y también no migrantes, que viven al día.
Acá les detallamos algunas acciones que se estamos realizando desde la Pastoral Migratoria.
Desde el mes de marzo en nuestra ciudad se notó un gran cambio, al informarnos que el Covid-19 ya estaba en nuestro país La misma sociedad empezó a tener una actitud muy tosca ante los demás y, sobre todo, con nuestros hermanos migrantes.
En la primera semana de marzo, se percibió un número importante de entradas de hermanos migrantes de nacionalidad venezolana, colombiana, peruana y paraguaya, que ingresaron a nuestro país por el paso Villazón- Bolivia a La Quiaca- Argentina, algunos de ellos con visa de turistas, con pasaportes o Cedula de Identidad, otros en calidad de refugiados, presentando su solicitud de refugio en el país, en su gran mayoría con destino a Buenos Aires o a otras provincias del sur de nuestro país. En estos grupos de personas había desde niños de 2 meses hasta mayores de 60 años, siendo un total de 40 personas aproximadamente. A todas les sorprendió el cierre de la frontera internacional y la de cada provincia, lo que imposibilitó a las familias poder continuar con su viaje, teniendo en cuenta que algunas de ellas contaban con los recursos justos para poder llegar a su destino final.
Al vernos con esta realidad no tuvimos más opción de pedir ayuda y coordinar con el Municipio y otras agencias, para poder brindarles acogida y comida a las familias que habían quedado varadas en la ciudad. La ayuda pública no fue muy grande, ya que el gobierno actual es demasiado racista y discriminador. Se buscó un lugar donde alojar a las familias durante la cuarentena obligatoria, porque estaban en la calle y, al ser numerosas las personas extranjeras, se creó gran rechazo en la comunidad, mal interpretando la forma de transmisión del coronavirus y culpándoles de traer la enfermedad. Se pedía que se les expulsara del país, demostrando una vez más la gran discriminación que hay sobre nuestros hermanos migrantes, esto especialmente entre personas que integran diferentes oficinas públicas del estado provincial y nacional. No nos olvidaremos de esos rostros de los niños que te pedían comer y sus padres con el miedo a que les saquen del país. Por fin, con la ayuda de otros organismos, pudimos brindarles un espacio donde cumplen la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus.
A raíz de todas esas malas intenciones y discriminaciones nos dimos cuenta que debemos seguir brindando nuestra asistencia y apoyo a todo aquel hermano migrante que lo necesite. Al pasar las semanas esta misma discriminación la están sufriendo los hermanos de nacionalidad boliviana que ya radican en nuestra zona. Ya que, por las medidas de cuarentena, no pueden salir a realizar sus trabajos diarios para poder llevar el pan a la mesa, (teniendo en cuenta que todos tienen un trabajo informal y viven al día). Recurren a nosotros pidiéndonos ayuda con un bolsón de mercadería ya que su situación es crítica, teniendo en cuenta que son familias numerosas y adultos mayores que viven solos.
Estas necesidades nos están llevando a que estemos trabajando más allá de que estemos en cuarentena, viendo y coordinando con personas que quieran y puedan colaborar la forma de hacerles llegar un poco de ayuda a los hermanos migrantes, con alimentos y elementos de higiene y protección, sabiendo que en ellas hay niños y adultos mayores de edad.
Lastimosamente en la provincia y en el municipio estamos siendo gobernados por personas totalmente discriminadores y esto hace que la coordinación con ellos sea más complicada. A ello se suma que en el lado boliviano están siendo más estrictos y discriminadores y están expulsando a personas que no son de su país. Por ejemplo, tuvimos que recibir y asistir a familias de nacionalidad argentina que estaban en territorio boliviano por diferentes cuestiones, a ellas también pudimos darles un lugar donde pudieran quedarse en estos momentos de cuarentena.
En esta última semana, más allá de que la frontera se encuentre cerrada y custodiada por las diferentes fuerzas de seguridad, migrantes de nacionalidades colombianas caminaron días enteros para poder pasar al territorio argentino. Viendo en el estado de deshidratación y hambre en la cual se encontraban, nos vimos con la obligación de asistirlos con los pocos recursos con los que contábamos.
Cuando formulamos el proyecto para Proclade este año, se habían detallado muchas actividades que, por las medidas tomadas algunas de ellas no se podrán llevar a cabo, otras las hemos realizado mediante diferentes medios y priorizando acciones de acuerdo a las necesidades de la gente. Estamos fortaleciendo talleres de concientización y prevención mediante spot a las escuelas del nivel primario y secundario sobre las temáticas de trata de personas, derechos humanos, migrantes (sensibilización)y, ahora, medidas preventivas sobre Covid-19.
En las escuelas, al estar cerradas, se están dando clases virtuales, pero no todas las familias tienen acceso. Desde la pastoral parroquial estamos realizando actividades de coordinación con los directivos de los centros educativos, armando materiales para los alumnos que no tienen este medio para acceder a las tareas.
En definitiva, como siempre, desde nuestro espacio, viendo la forma de coordinar y facilitar en dificultades que las familias vienen teniendo y más aún con esta situación sanitaria que azota a todo el mundo.
Abrazos fraternos a todos ustedes.