En estos días, de dificultad y prueba, de enfermedad y crisis social en todo el mundo, desde Proclade Bética nos sentimos una sola familia con usted y con cada una de las personas que participan en nuestros proyectos: misioneros y misioneras, personas comprometidas con sus pueblos, poblaciones campesinas e indígenas, niños y niñas, mujeres…
Dios se hace humanidad pobre y pequeña y nos infunde su paz y esperanza.
Así, queremos compartir una pequeña oración:
Señor y Padre de la humanidad, que creaste a todos los seres humanos con la misma dignidad, infunde en nuestros corazones un espíritu fraternal.
Inspíranos un sueño de reencuentro, de diálogo, de justicia y de paz.
Impúlsanos a crear sociedades más sanas y un mundo más digno, sin hambre, sin pobreza, sin violencia, sin guerras.
Que nuestro corazón se abra a todos los pueblos y naciones de la tierra, para reconocer el bien y la belleza que sembraste en cada uno, para estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes, de esperanzas compartidas.
Amén.
Papa Francisco. Fratelli Tutti.
Feliz Navidad de parte de todas las personas que formamos Proclade Bética.