Día Internacional de la Mujer 2020: nos volvemos a mojar por la igualdad real de todas las personas

Celebramos desde Proclade Bética como otros años el Día Internacional de la Mujer. En esta ocasión queremos retornar a nuestra raíz, nuestra Visión y Misión como organización inspirada por el carisma claretiano y seguidora de Jesús de Nazaret: construir el Reino que Dios quiere para la humanidad.

Desde 1994 Proclade Bética se esfuerza por promover el desarrollo integral de las personas, de los pueblos y de los colectivos marginados de nuestro entorno, intentando generar procesos de cambio en nuestra sociedad que nos lleven a un mundo en el que sean posible los valores que defendemos: justicia y dignidad, solidaridad, participación, cultura de paz, igualdad entre las personas independientemente de su sexo, raza y religión, sostenibilidad ambiental y trabajo en red.

Es la defensa de estos valores la que nos acerca y nos moviliza ante una realidad en la que manifiestamente no se ha alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres, y los logros que se van conquistando con esfuerzo están constantemente amenazados. Las mujeres siguen siendo discriminadas en todo el mundo en ámbitos como las relaciones familiares, el acceso a la educación, las oportunidades de empleo, la participación social…

A través de los misioneros claretianos en Bolivia, Zimbabwe, R.D. Congo, de nuestros socios locales en El Salvador o Ecuador, de los proyectos de acción social en España que apoyamos, conocemos la realidad de muchas mujeres y niñas en su día a día: cómo son víctimas de violencia sexual (algunas con el terrible agravante de producirse en el seno de la familia), cómo la imposición de un rol de cuidados respecto a sus hermanos y hermanas menores o la responsabilidad en las tareas domesticas les impide el acceso a la educación que abandonan tempranamente, la maternidad prematura, las dificultades para conseguir empleo o hacerlo con salarios más bajos y en condiciones más precarias…, cómo el machismo sigue relegándolas a una consideración de objeto al servicio del varón que les genera inseguridad, miedo, baja autoestima…

También sabemos que muchas mujeres en todo el mundo sostienen a sus familias y comunidades, se organizan para reivindicar sus derechos, se abren paso para participar en la vida social y política, son protagonistas de iniciativas innovadoras para una economía sostenible…

En este 8 de marzo queremos formar parte de estas luchas, nos volvemos a mojar por la igualdad, comprometiéndonos no solo a apoyar proyectos que protagonizan las mujeres, sino, especialmente, a reflexionar, sensibilizar e incidir en nuestro entorno, porque la igualdad de género no es una opción política, sino una reivindicación esencial en el marco de la defensa de los derechos humanos que, como otros tantos, no es una realidad en nuestro mundo.

Esto significa una atención especial a lo que cada día podemos hacer para responder a este compromiso en nuestras familias y comunidades, en nuestros trabajos, en nuestros ambientes.

La invitación es conocer y difundir cómo las mujeres de todo el mundo, y particularmente las que conforman el voluntariado, las asociaciones y contrapartes en otros países y España, las mujeres protagonistas del cambio de Proclade Bética, nos mojamos nuevamente por la igualdad de todas las personas, inspiradas en el Evangelio de Jesús de Nazaret y fortalecidas por el testimonio de tantas mujeres que han ido haciendo el camino que todavía queremos seguir andando aquí y allá.

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