El 20 de febrero se celebra el Día Mundial de la Justicia Social. En un mundo en el que la economía afecta directamente a los sistemas de subsistencia, hay una llamada a trabajar decididamente para que la justicia social sea una realidad: el crecimiento económico no tiene sentido si no repercute en el bienestar de las personas y comunidades de manera real y sostenible.
Los esfuerzos deben de ir encaminados a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre hombres y mujeres y el acceso a los derechos básicos (vivienda, educación, salud…) para todos y todas.
Un llamamiento a la justicia social en la economía digital
Como destaca Naciones Unidas, la economía digital está transformando el panorama laboral. Durante la última década, la expansión de la conectividad de banda ancha, la nube informática y los datos han llevado a la proliferación de plataformas digitales, que han penetrado en varios sectores de la economía y la sociedad. Desde principios de 2020, las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han propiciado acuerdos de trabajo a distancia y han permitido que la actividad de muchas empresas pueda seguir adelante, reforzando aún más el crecimiento y el impacto de la economía digital. La crisis también ha puesto al descubierto y exacerbado la creciente brecha digital entre los estados, dentro de cada uno de ellos y entre personas; en particular, en lo que respecta a la disponibilidad, accesibilidad y uso de la información, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y el acceso a Internet. La brecha digital agrava las desigualdades en nuestro mundo.
Este año se pone el foco en fortalecer los esfuerzos de la comunidad para lograr el desarrollo sostenible, erradicar la pobreza, promover el pleno empleo y el trabajo decente, la protección social universal, la igualdad entre los géneros, el acceso a los derechos básicos y la justicia para todos. Por tanto se anima a fomentar el diálogo con los Estados y las instituciones de las Naciones Unidas y otras partes interesadas sobre las medidas necesarias para superar la brecha digital, ofrecer oportunidades de trabajo decente y proteger los derechos humanos y laborales en la era moderna de las tecnologías digitales.
Día Internacional de la Lengua Materna
Al día siguiente, el 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, que tiene como objetivo preservar y proteger todos los idiomas y dialectos que se hablan en todo el mundo. Las lenguas pueden considerarse un derecho universal, que representa una parte de la identidad y de la idiosincrasia de los pueblos. Sin embargo, hoy muchas de ellas están en peligro de desaparecer vinculadas a transformaciones sociales y culturales que suceden a nivel planetario.
La desaparición de las lenguas supone pérdida de identidad, formas de pensamiento, valores, costumbres y tradiciones, que afecta especialmente a pueblos, etnias y tribus, en situación de mayor vulnerabilidad frente a la ola de la globalización uniformadora. Se calcula que casi un 45% de las lenguas están al borde de la desaparición, lo que supone un dato alarmante sobre el empobrecimiento cultural de la humanidad y la pérdida de diversidad cultural.
(FOTO: Naciones Unidas)