El día 12 de febrero se conmemora el Día Mundial contra el Uso de Niños Soldado con el objetivo de recordar a todos los niños y niñas que han sido usados por grupos armados en distintos países, para formar parte de conflictos brutales que les han traído como consecuencia daños físicos y psicológicos irreversibles y en el peor de los casos, la pérdida de sus propias vidas.
Es alarmante la cifra de niños y niñas que, en todo el planeta, son presa fácil de los grupos armados que, una vez que son reclutados, les entrenan y utilizan como soldados, sobre todo, en aquellas naciones donde la guerra parece no tener fin. Cada año, miles de niños y niñas son usados como carne de cañón, para hacer frente a enfrentamientos armados, lo que es un hecho lamentable, pero sigue siendo una dura realidad a nivel planetario: niños y niñas que sufren las más terribles vejaciones a la que pueda someterse a un ser humano.
Además, en el caso de las niñas, son utilizadas como esclavas sexuales, en edades muy tempranas, o también a cumplir el rol de esposas de hombres con mucha más edad. Como destaca la experta en traumas, Elisabeth Shauer, la participación de las chicas es central en el sustento del grupo armado por su trabajo productivo y reproductivo, “ser niña soldado es más que portar un arma o luchar en el frente de batalla. Las chicas tienen una carga añadida: han de cocinar, limpiar y proporcionar servicios sexuales a las tropas. Estos servicios son una parte integral de su función como niñas soldados”, por lo que “las niñas que entran a formar parte de un grupo armado lo hacen en un grado de vulnerabilidad diferente que los niños”.
El papel de los niños también resulta indignante, ya que son obligados a ser soldados y a cumplir otros roles muy peligrosos como detectores de minas o fabricantes de bombas.
Esta dura, pero real situación, es determinante en el porvenir de estos niños y niñas, que quedan marcados de por vida, si logran sobrevivir. Para los que corren con menos suerte, su futuro es incierto ya que muchos de ellos terminan asesinados por los ejércitos confrontados.
¿Es posible otra realidad para el niño y niña soldado?
Como destaca UNICEF, los niños y niñas que han sido víctimas de los grupos armados hoy se encuentran en una situación bastante vulnerable debido a todas las experiencias traumáticas que han tenido que enfrentar en su corta vida. Para ellos, pensar en un mañana mejor es algo impensable. Sin embargo, a través de los años se han unido esfuerzos por liberar y reinsertar en la sociedad a un gran número de ellos y ellas: para los que logran salir de esa triste situación, está la posibilidad de iniciar una nueva vida, con acceso a la educación, la capacitación y la oportunidad de tener una familia de acogida.
Si el mundo fuese un iceberg: Ishmael Beah
El proyecto de educación para el desarrollo ‘Si el mundo fuese un iceberg’ que lleva meses llevando a cabo Proclade Bética, con el apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), que va dirigido a centros educativos andaluces, grupos de voluntariado y ciudadanía en general también se hace eco de esta realidad en el papel de Ishmael Beah, uno de los personajes del videojuego, que como todos los que aparecen pretenden impulsar la reflexión y la acción sobre la responsabilidad personal y social en el cambio hacia un modelo de desarrollo equitativo y respetuoso.
- Sobre Ishmael Beah: “Los niños tienen la capacidad de sobrevivir al sufrimiento, si se les da una oportunidad”; “Incluso en las circunstancias más extremas, todavía hay una razón para seguir adelanteque proviene de la vitalidad y la belleza deotro espíritu humano”, son palabras de Ishmael, escritor y activista de los derechos humanos que nació en 1980 en Sierra Leona. Con 13 años, fue forzado a convertirse en un niño soldado, después de huir de la guerra en 1991 en la que mataron a su familia, lo que fue horrible pero siempre recordando las palabras de su padre: “si estás vivo, hay esperanza para un día mejor”. A los 16 años, ya rescatado, fue invitado a la ONU a Nueva York. Su recuperación se debe según él a una voluntaria, la enfermera Esther, quien tuvo la paciencia y compasión necesarias para acompañarlo a través de este periodo difícil. Beah continúa trabajando para ayudar a cambiar las vidas de miles de niños atrapados en las guerras, lucha por los derechos de los niños a ser libres y participó en la creación de la Red de Jóvenes Afectados por la Guerra, cuyo objetivo es crear conciencia sobre esta tragedia, promover el fin de las hostilidades y proporcionar modelos de conducta positiva a los niños que se están recuperando. Sus libros más conocidos son: ‘Un largo camino. Memorias de un niño soldado’ y su novela más reciente, ‘Radiance of Tomorrow’, publicada en 2014.
Ante esta realidad, el planeta entero necesita de una sociedad unida y que haga frente a esta problemática tan sangrante. Nuestros niños y niñas de hoy serán la generación del mañana y en sus manos estará el porvenir de la humanidad.
#DiaMundialContraelUsodeNiñosSoldado.