¿Dónde?
El proyecto se llevará a cabo en tres ubicaciones muy remotas de la misión claretiana en la delegación independiente de S. Charles Lwanga (Tanzania, Uganda, Kenya):
A) La misión de Njombe en Tanzania (a unos 800 kilómetros de Dar-Salam, la capital), en una finca de los misioneros claretianos de 150 acres. Los habitantes de esta zona son agricultores y la deforestación es un problema grave aquí, ya que se ha producido una tala de árboles masiva para satisfacer las necesidades de combustible.
B) La misión de Malindi en Kenya(a unos 150 kilómetros de la ciudad de Mombasa), en una finca de los misioneros claretianos de 50 hectáreas. Es una zona remota y mayormente de un clima seco durante todo el año. La población lleva un tipo de vida nómada y su ocupación principal es el pastoreo de ganado. La tierra está muy degradada y erosionada por la escasez de vegetación combinada con episodios de lluvias torrenciales.
C) La misión Butlangu (distrito de Nakessero) en Uganda (a unos 130 kilómetros de la capital Kampala). Los Misioneros Claretianos tienen aquí 50 hectáreas de tierra. En esta misión, la proyección es establecer una escuela secundaria, por lo que aquí el proyecto quiere tener una dimensión de sensibilización y educación ambiental, para que las nuevas generaciones se involucren en la conservación del medio ambiente. La comunidad mantiene una agricultura de subsistencia y es muy urgente plantar árboles y preservar los suelos y gestionar el agua de lluvia.
¿Quién lo solicita?
El organismo claretiano que va a llevar a cabo este proyecto es la Delegación Independiente de África Oriental St.Charles Lwanga (Kenya, Tanzania y Uganda).
Delegado superior: Padre Joy Mampillikunnel CMF
Responsible del proyecto: Athansusous Madu – Prefecto de Apostolado.
¿Por qué? ¿Para quién?
Los Misioneros Claretianos de la delegación independiente de S. Charles Lwanga tienen como prioridad apostólica en esta parte del mundo luchar contra el cambio climático. En África Oriental, donde los efectos del cambio climático amenazan la vida y el sustento de las personas más empobrecidas de las zonas rurales, se pretende iniciar un programa de reforestación y conservación del agua de lluvia, vinculado a una campaña de sensibilización. El proyecto está dirigido a mejorar la resiliencia y la gestión ambiental de las comunidades rurales frente a las ya evidentes consecuencias del cambio climático global.
Las poblaciones de las comunidades rurales de estas áreas tienen una economía prácticamente de subsistencia. Las producciones agrícolas están cada vez más diezmadas por el agotamiento y erosión de los suelos, la falta de lluvias y la falta de insumos, mientras que la ganadería sobrevive con un sistema de nomadismo que va consumiendo los recursos primarios sin permitir la regeneración. El peso de la economía doméstica recae sobre las mujeres y el acopio de agua sobre los niños y las niñas.
Como personas beneficiarias directas del proyecto se encuentran:
En Malindi: 500 hombres, 700 mujeres y 950 niños y niñas.
En Njombe: 630 hombres, 780 mujeres y 860 niños y niñas.
En Butalngu: 450 hombres, 670 mujeres y 910 niños y niñas.
En total se beneficiarán del proyecto 6.450 personas de las comunidades rurales.
Como personas beneficiarias indirectas se considera el resto de la población de las comunidades donde se implantará que se calcula en 2.460 hombres, 3.240 mujeres y 3.630 niños y niñas. Es decir un total de 9,330 personas.
¿En qué consiste?
Los objetivos del proyecto son:
- Sensibilizar y educar a la población, especialmente a la más joven, sobre la necesidad de conservar el medio y los recursos naturales, con énfasis en la preservación del suelo y la gestión del agua.
- Involucrar a la población rural en acciones de lucha contra el cambio climático y resistencia a sus efectos, con la plantación masiva de especies arbóreas adaptadas y la conservación del agua de lluvia, combinada con cultivos que contribuyan a la soberanía alimentaria.
- Promover entre las comunidades el uso de fuentes alternativas de energía en su vida diaria, como la solar, evitando la tala de árboles para su uso como combustible doméstico.
Las personas beneficiarias del proyecto participarán en el proyecto desde la fase de identificación y en la planificación de las acciones.
En primer lugar, serán los líderes de opinión del pueblo los que asuman la se responsabilidad de sensibilizar a toda la comunidad de la necesidad y la pertinencia del proyecto. La tarea de formación y sensibilización es muy importante y necesita la participación de estas personas referentes.
Toda la comunidad participará en las diversas etapas del proyecto, con su trabajo manual, en el desbroce, preparación de la tierra, preparación de surcos, plantación de plántulas etc. También se plantarán cultivos que contribuyan a la seguridad alimentaria, adaptados a las condiciones biogeográficas y que puedan convivir con la presencia de los árboles, especialmente en su fase de crecimiento inicial, en los primeros 3 años.
Del mismo modo la población organizada, tras una identificación y consenso sobre la mejor solución para la conservación y canalización del agua de lluvia, desarrollará las infraestructuras idóneas que permitan una gestión sostenible.
La contribución de los beneficiarios es principalmente en términos de mano de obra, alimentos cocinados para las personas que realizan el trabajo manual y la provisión de otras herramientas e instrumentos necesarios para realizar su trabajo.
Dado que el proyecto está repartido en 3 países, la evaluación y el seguimiento de la implementación del proyecto se realizarán por un equipo de líderes de las comunidades acompañados por los misioneros claretianos. El periodo de ejecución es de 2 años.
¿Cuánto?
Total del proyecto: 21.750 €
Fondos a aportar por Proclade Bética en 2023: 9.843 €