14 de diciembre de 2022. Os presentamos el número 68 de Noticias desde la Solidaridad. Con estos boletines informativos queremos estar cerca de aquellas personas comprometidas con Proclade Bética a través de su colaboración en proyectos de cooperación internacional y acción social o participación en los programas de Educación para la Ciudadanía Global y voluntariado, pero también es una herramienta que nos permite sensibilizar desde nuestra misión y valores.
Dedicamos este número a reflexionar sobre qué significa hoy la Cooperación Internacional, un concepto que ha evolucionado mucho y que es una de las áreas de trabajo de Proclade Bética. Nos preocupa que sea verdadera herramienta para dar las respuestas necesarias y oportunas a la realidad de hoy. Porque cada uno de nuestros pensamientos, reflejados en actos, tiene en su seno una concepción del mundo que refleja cómo nos posicionamos ante él y desde dónde lo miramos.
¿Qué rasgos debería incorporar la Cooperación Internacional para responder a los retos de hoy? Pensamos que al menos tres.
En primer lugar, la Cooperación Internacional sólo será eficaz si acabar con la pobreza se convierte en un objetivo global. Esto convierte a la Cooperación Internacional en un instrumento que necesariamente tiene que ser completado con políticas locales, regionales y de Estado, que se planteen como objetivo la lucha contra la desigualdad y la exclusión, el respeto a la dignidad y los derechos de todos los seres humanos y el cuidado del medio ambiente. Tenemos una Agenda Común para 2030 en clave de garantizar los derechos y la dignidad de todas las personas en cualquier rincón del planeta.
En segundo lugar, el éxito de la Cooperación Internacional debería vincularse a procesos de Educación para una Ciudanía Global, inclusión social local e incidencia política. Cada iniciativa de Cooperación Internacional debería incorporar la dimensión de sensibilización en nuestras propias sociedades, tratando de relacionar nuestros modos de vida consumistas y contaminantes, con la realidad de las comunidades a las que se pretende apoyar. La “ayuda al desarrollo” necesita un plus de coherencia de vida.
Por último, sin agotar la reflexión: superemos, de una vez por todas, nuestra visión colonial y nuestra mirada vertical. No hay verdadera cooperación si no es bidireccional, si no aprendemos y crecemos todos y todas, con aciertos y errores, sin un intercambio de saberes en un plano de igualdad. No es sólo visión para tener en cuenta desde el ámbito técnico, sino para ser integrado en las misiones, proyectos, donantes, voluntariado internacional… y en la sociedad en general. El verdadero sentido del verbo cooperar no es “ayudar al pobre”, es trabajar conjuntamente para lograr un objetivo común. Esto requiere, como nos invita constantemente el Papa Francisco, fortalecer la cultura del encuentro y la fraternidad, sintiendo que estamos todos en la misma frágil barca.
(Palabras extraídas del EDITORIAL de la publicación, elaboradas por Inmaculada Mercado, directora de Proclade Bética)