Un nuevo 8 de marzo (8M) nos invita a visibilizar, recordar, reivindicar, que trabajamos por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres… que eso significa ser feminista. Trabajar por la justicia, la inclusión y la dignidad de todas las personas es la misión de Proclade Bética y, por tanto, nos identificamos como feministas y el 8 de marzo es nuestro día.
Como el año pasado, los colectivos de mujeres y otras organizaciones sociales han convocado diferentes actos reivindicativos el 8M y una huelga laboral, de cuidados y de consumo. Esta movilización social es diversa, porque diversas son las mujeres y diversas las razones que la justifican plenamente (hasta 1000 cuentan las convocantes madrileñas).
La pobreza tiene rostro mujer
Según datos de Naciones Unidas, 7 de cada 10 personas pobres en el mundo son mujeres. Y esto no ocurre porque sí. Responde a un sistema económico en el que el hecho de ser mujer discrimina y excluye, dificulta y niega derechos a la mitad de la población.
En este 8 de marzo queremos poner el acento en dos aspectos que ayudan a visibilizar esta situación y que están siendo repetidamente denunciados por diferentes organizaciones sociales y por la Iglesia. Ambos aspectos castigan especialmente a las mujeres: la precariedad laboral (según UGT, 1 de cada 4 mujeres tienen un empleo a tiempo parcial frente a 1 de cada 10 hombres, pero además la brecha salarial se cifra en un 14% inferior en las mujeres) y la política de cierre de fronteras que expone a mujeres y niñas migrantes a una mayor vulnerabilidad, siendo forzadas a cruzar por vías inseguras y sufriendo una violencia sistemática.
Si las mujeres bajan los brazos, el cielo se cae
Con este proverbio se quiere poner de manifiesto la falta de reconocimiento de los cuidados, un trabajo que está invisibilizado y desvalorizado, cuando el sistema se sostiene por la apropiación gratuita que hace de los cuidados, realizados mayoritariamente por las mujeres.
Reivindicar los cuidados es reivindicar la importancia del buen vivir, de la fraternidad y la comunidad. Reivindicar los cuidados es visibilizar su necesidad, para que todas y todos comprendamos su importancia vital, para que se conviertan en una responsabilidad social, compartida y redistribuida.
El consumo ha favorecido la explotación de las mujeres y de sus entornos
Esta huelga feminista también nos llama a tomar conciencia crítica de cómo nuestros modelos de consumo contribuyen a generar sufrimiento humano y a destruir nuestra Casa Común. Es una protesta por el trabajo esclavo de miles de mujeres en los talleres textiles clandestinos, en los cultivos temporeros de medio mundo (incluyendo los invernaderos en España), por el asesinato de mujeres como Berta Cáceres que lucharon por la dignidad de sus pueblos frente a las multinacionales.
También por la mercantilización del cuerpo de la mujer y todos los tipos de violencia que, a partir de esa consideración de objeto, llegan hasta el feminicidio. Es una forma de mirar cómo las mujeres más pobres del mundo son las más vulnerables al cambio climático que genera un modo de vida y de producción de bienes irracional. Esta huelga de consumo propone apoyar y pagar justamente a las mujeres del Sur, la producción que realizan cooperativamente con prácticas agroecológicas, la economía social y el reconocimiento del precio de la conservación de los ecosistemas en todo el mundo.
Estas son algunas de las razones por las que Proclade Bética participa en las movilizaciones del 8M, trabajando antes, ahora y en el futuro por garantizar sus derechos a todas las mujeres del mundo.
Nuestros proyectos de mujer:
Empoderamiento Integral de la Mujer (Bolivia)
Fortalecimiento de la Cooperativa de Mujeres ACOMADEGUA (El Salvador)
Desarrollo Local con Equidad de Género (El Salvador)
Equipamiento del Liceo Ndongokani (R.D. Congo)
Educación Cambia Vidas para niñas en R.D. Congo
Así se habla, creo que que hay muchas entidades que deberían aprender de ustedes!