NUESTRA HISTORIA

El 3 de enero de 1994 se produce el certificado de nacimiento de la asociación Promoción Claretiana para el Desarrollo*Bética (Proclade Bética), pero los antecedentes históricos de Proclade Bética se remontan a inicios de los años 80, pues esta nueva organización sin fines de lucro, creada inicialmente para la promoción del desarrollo integral de las comunidades indígenas, fue heredera de una amplia trayectoria de trabajo en favor del entonces llamado Tercer Mundo emprendida hacia más de 10 años por grupos de laicos relacionados con los Misioneros Claretianos de la Provincia Bética.

Además de su labor “material” en favor de los pueblos indígenas daban gran importancia a la labor de sensibilización pues veían fundamental denunciar las desigualdades de este mundo y exigir a los gobiernos soluciones para acabar con esta situación injusta.

Así, años después, en enero de 1994, la asociación toma definitivamente forma con la realización de su Asamblea Fundacional cuyo acta fundacional fue firmada por 3 miembros de los Seglares Claretianos (Alfredo Bomba Cabeza, Antonio Paneque Guerrero y Antonio Rodriguez Abascal) y 4 misioneros claretianos (Juventino Rodriguez Pérez, nombrado primer presidente de la asociación, Juan Salomé Dominguez Dominguez, Francisco José Bauza Castello y Ernesto Padrón García Talavera) y sitúa su oficina administrativa en las instalaciones anexas al Templo de San Pablo en Córdoba, y su sede oficial en la Curia Provincial en Sevilla.

Primera Junta Directiva de Proclade Bética. 1994
Primera Junta Directiva de Proclade Bética. 1994

En dicha Asamblea Fundacional se aprueban igualmente sus primeros Estatutos en los cuales presentan los 3 fines fundamentales de la asociación:

a) Promover el desarrollo integral de la persona y de los pueblos, especialmente entre los más desfavorecidos de América latina

b) Sensibilizar y educar para el desarrollo y la solidaridad en el territorio de nuestra comunidad autónoma

c) Ofrecer cauces para la cooperación misionera a través del voluntariado

Posteriormente el primer fin se abrió a otros lugares más allá de América Latina, el segundo se abrió al territorio nacional y se incluyó un cuarto fin dirigido al trabajo en Acción Social:

d) Impulsar la integración de las personas y de los colectivos marginados

Con estos fines, Proclade Bética mostraba claramente su vocación de servicio dirigida especialmente a los más necesitados de este mundo, pero resaltando la dignidad de toda la persona, y de todas las personas y pueblos de la tierra.

Dos meses después la organización queda registrada oficialmente y comienza su andadura ¡con 160 socios!

Los últimos años de la década de los 90 y primeros años del nuevo siglo supusieron un momento importante para el enraizamiento de Proclade en las distintas posiciones claretianas de la provincia Bética ya que fruto al trabajo de sensibilización y de promoción del voluntariado se vino realizando en los primeros años se fueron consolidando y fortaleciendo diversos grupos misioneros y de de apoyo a la labor de Proclade Bética.

Así van surgiendo en distintas provincias de Andalucía y Extremadura las primeras Delegaciones de Proclade Bética (Córdoba, Almendralejo y Tíjola) y se ve la necesidad estratégica de crear Proclade Canarias (que se funda en el año 2000).

Desde entonces Proclade Bética ha seguido creciendo en el desarrollo de sus fines siendo declarada en 2011 como Entidad de Utilidad Pública por el Ministerio del Interior.