22 de abril de 2021. El 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra, un buen momento para recordar la necesidad de respetarla y revisar el modelo que ha llevado a su destrucción: océanos invadidos de plástico, episodios climáticos extremos, incendios forestales… También la pandemia del COVID-19 nos recuerda la relación entre nuestra salud y la de la Tierra. La fecha elegida recuerda los eventos que ese mismo día se produjeron en 1970, cuando 20 millones de personas salieron a las calles de las principales ciudades de Estados Unidos para protestar por el daño que las actividades humanas estaban causando en el medioambiente.
Como recuerda Naciones Unidas, el cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como la pérdida de biodiversidad, la deforestación, el abuso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas). Los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de los ecosistemas depende directamente la salud del planeta y sus habitantes. Restaurar los ecosistemas dañados tendrá efectos positivos en la lucha contra la pobreza, el cambio climático y la extinción masiva de especies.
Es urgente la transición a un modelo socioeconómico sostenible que se base en unas relaciones respetuosas con la naturaleza. La pandemia está representando un grave problema para salud pública y la economía mundial y las soluciones están en el soporte físico de la vida.
Enlázate por la Justicia
Proclade Bética forma parte de la plataforma ‘Enlázate por la Justicia’, que agrupa a diferentes ONG católicas. La pandemia está produciendo estragos en todo el mundo: enfermedad y muerte, sistemas sanitarios públicos desbordados, miles de familias golpeadas por el paro y el empobrecimiento. Nos hemos sentido débiles y vulnerables y eso nos desconcierta, aunque es positivo que también sentimos que formamos parte de una gran comunidad humana.
En este Año Laudato Si, la conciencia de la Tierra como la casa común que nos acoge, la interconexión con todo el universo, el paradigma del cuidado y la conversión ecológica, son temas que nos abren a una espiritualidad de comunión con el Creador y desde la fraternidad universal, por ello podemos aprovechar este Día para orar y reflexionar sobre el don que es habitar ésta casa común.
Reproducimos la oración del Papa en la Encíclica Laudato Sí y una canción como propuesta para conmemorar este día:
Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.
(FOTO: Noah Buscher)