El pasado fin de semana, el equipo técnico de Proclade Bética ha trabajado en la evaluación del año 2018 y la planificación del 2019. En esta ocasión, el escenario elegido fue el Hogar Lerchundi en Tánger (Marruecos), lo que ha permitido que sean unas jornadas de reflexión compartida con el equipo de cooperantes de este proyecto, gestionado por Proclade Bética.
Durante esos días, se ha revisado el desempeño en las tareas realizadas desde el punto de vista interno, en cuanto al voluntariado de las distintas delegaciones y en relación a los proyectos de cooperación para el desarrollo, acción social, educación para el desarrollo y sensibilización.
Se ha resaltado el esfuerzo en la formulación de los proyectos de cooperación internacional y EpD, que se ha traducido en propuestas reconocidas y bien valoradas por las agencias y otros financiadores, el trabajo en la redacción de documentos institucionales y el proceso de elaboración del plan de voluntariado, entre otras muchas cosas.
Los retos que se destacan en la proyección del nuevo año se resumen en la formación y el acompañamiento del voluntariado de la organización, una mayor y mejor presencia de la ONGD en las posiciones claretianas, la mejora en la comunicación con personas e instituciones donantes, el compromiso institucional con las causas de las personas beneficiarias de los proyectos de cooperación que se apoyan desde Proclade Bética o la renovación de la estrategia de EpD y sensibilización.
En el marco de un puente festivo, marcado por la figura de María y el tiempo del Adviento, ha sido una oportunidad para compartir la oración en común, la reflexión sosegada sobre cuestiones de fondo y dar espacio a la convivencia en lo cotidiano entre quienes forman el equipo en Sevilla, Tánger y Almendralejo, en un entorno de Iglesia que testimonia su fe no desde las palabras sino desde las obras.